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martes, 14 de agosto de 2012

La paja y la viga

     Si alguien se dirige a ti de manera borde y grosera, demostrando que no sabe lo que son los buenos modales ni lo que es tener educación ni lo que significa tener respeto hacia los demás, ¿cómo se puede permitir el lujo de aconsejarte que aprendas modales? Si aconsejas a los demás que aprendan buenos modales, lo mínimo que tienes que hacer es demostrar que tú los tienes porque, de lo contrario, estás demostrando que eres un hipócrita que no se aplica a sí mismo sus propios consejos.

     Lo peor de todo es que la gente que es de esa manera se dedica a exigir a los demás algo que no conoce y, por tanto, es incapaz de emplear hacia los demás. Pero lo peor de todo es que este tipo de gente no sólo no se da cuenta de su mala educación, sus malos modales y su falta de respeto hacia los demás sino que sólo se percata de lo que hacen los demás; son tan garrulos que interpretan una respuesta negativa a una pregunta que se responde con SI o NO como tener malos modales pero, como son tan garrulos, se permiten el lujo de faltarte al respeto haciendo gala de sus malos modales a la vez que te exigen que tú y sólo tú aprendas modales cuando ellos también deberían aplicarse el cuento.

     Es decir, ¿cómo se puede tener la poca vergüenza de demostrar que no se tienen buenos modales y exigir a los demás que los aprendan? Vamos a ver, si vas así por la vida, lo primero (y único) que podrías hacer es aplicarte el cuento porque no se puede exigir a los demás que aprendan algo que tú no conoces. O, ¿qué quieres?¿que los demás te traten de una manera en la que tú eres incapaz de tratar a los demás? 

     Pero bueno, debe ser lo de siempre, la gente sólo ve la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio.

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